Ya se trate de Semana Santa, Pesaj o cualquier otra celebración, recuerda que es un día festivo y durante este receso se tiende a comer más de lo habitual ¡y esto es muy común!
Te pasamos unos tips para que lo vivas de manera placentera:
Crea sentido.
¿Qué es importante para ti en esta época del año? Podría ser el sentido de Pascua o Pesaj. Tal vez es la gente con la que estarás compartiendo. ¡O quizás es un muy merecido descanso!
Presta atención a tu hambre.
Trata de no forzarte a tener demasiada hambre. Nuestro cerebro entra en pensamiento de hambruna y pánico, que disparará a comer en exceso más tarde. Si sientes hambre y aún tienes unas horas hasta tu próxima comida – come algo pequeño para aliviar la escalada.
Date permiso para comer lo que quieras ... ¡sin culpa!
¡Sí! !Esto incluye chocolate y roscas de pascuas! La restricción de los alimentos sólo conduce a sentir ansias intensas y, finalmente, comemos en exceso o nos atraconamos. ¡Así que sea lo que sea que quieras, date permiso para disfrutarlo!
No hagas una catástrofe dramática de lo que comes.
Pon atención a la conducta automática de "todo o nada" y el pensamiento crítico alrededor de la comida y el comer. ¡El hecho que comas de más en una comida,
no significa que hayas cometido un crimen, ¡Todo lo que hiciste fue comer!
Come lo más conscientemente que te sea posible.
Es bastante difícil comer con atención plena cuando hay un montón de diferentes alimentos y cuando hay un montón de gente y eventos. ¡A menudo durante las festividades nuestras emociones pueden estar muy activadas también!
Antes de comer, toma algunas respiraciones, profundas y lentas.
Evalúa tu hambre y cómo se siente tu estómago.
Elije la comida que amas y deja el resto. Come lo que amas primero, no dejes lo mejor para lo último porque puedes sentirte demasiado lleno al final de la comida.
Usa tus sentidos ... mira, huele, siente, prueba la comida.
Come leeeentooooo con plena conciencia y atención.
Recuerda bajar tu cuchillo y tenedor entre bocados, y no recogerlos de nuevo hasta que hayas tragado toda la comida.
¡No te olvides de masticar tu comida!
Practica las pausas. Haz una pausa entre bocados y pausa cuando estés a mitad de tu plato.
No importa lo que pase, elige la bondad, la compasión y la paciencia. No puedes odiarte hacia el cambio.
¡Felices Pascuas y a disfrutar de estos días de celebración, encuentro y descanso!
De parte del equipo de Alimentarse con Sabiduría:
Corrine, Maria, Gabriela y Lorena.
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